Queremos traeros hoy este artículo porque muchos pacientes nos preguntan en la consulta de nutrición sobre la alimentación antiinflamatoria; cómo sería una dieta antinflamatoria o qué beneficios tiene. Ante todo, para quien no la conozca, os explicamos en qué consiste.
La dieta influye poderosamente en la inflamación de nuestro organismo. Hay alimentos que son más inflamatorios, y esa inflamación, cuando se mantiene en el tiempo favorece la aparición de una serie de problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, envejecimiento y ciertos tipos de cáncer, entre otras muchas consecuencias.
Por tanto, la alimentación antiinflamatoria se basa en evitar o limitar el consumo de ciertos alimentos que pueden promover esa inflamación. Aquí hay algunos ejemplos de alimentos que se deben evitar o reducir:
Alimentos inflamatorios
- Alimentos procesados: Productos como comida rápida, snacks empaquetados, alimentos precocinados y comidas congeladas suelen contener altos niveles de grasas saturadas, grasas trans, azúcares añadidos y aditivos.
- Azúcares añadidos: Bebidas azucaradas, postres, dulces y alimentos procesados con altos niveles de azúcar añadido pueden causar picos de glucosa en sangre y promover la inflamación.
- Grasas saturadas y grasas trans: Alimentos ricos en grasas saturadas, como carnes grasas, productos lácteos enteros y alimentos fritos, así como aquellos que contienen grasas trans, como margarinas endurecidas y muchos alimentos procesados, pueden aumentar la inflamación.
- Harinas refinadas y productos de panadería: Alimentos elaborados con harinas refinadas, como pan blanco, galletas, pasteles y productos de panadería, tienden a tener un alto índice glucémico y pueden contribuir a la inflamación.
- Carne roja y procesada: La carne roja y los productos cárnicos procesados, como salchichas, tocino y embutidos, contienen compuestos proinflamatorios y grasas saturadas que pueden aumentar la inflamación en el cuerpo.
- Alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede promover la inflamación y dañar el revestimiento del intestino, lo que puede conducir a una mayor permeabilidad intestinal y desencadenar una respuesta inflamatoria.
- Alimentos fritos y grasos: Los alimentos fritos y aquellos preparados con aceites vegetales refinados pueden contener grasas trans y grasas saturadas que contribuyen a la inflamación.
- Bebidas con cafeína y alcohol: El exceso de cafeína y alcohol puede desencadenar respuestas inflamatorias en el cuerpo, por lo que es recomendable limitar su consumo en una dieta antiinflamatoria.
Al reducir o evitar estos alimentos proinflamatorios y optar por opciones más saludables y ricas en nutrientes, puedes ayudar a controlar la inflamación en tu cuerpo y promover una mejor salud en general.
Pautas para una alimentación antiinflamatoria
Aquí hay algunas pautas para seguir una alimentación antiinflamatoria:
- Alimentos ricos en antioxidantes: Frutas y verduras frescas, especialmente de colores brillantes como bayas, espinacas, brócoli, zanahorias y tomates. Estos alimentos contienen vitaminas C y E, así como otros antioxidantes que pueden ayudar a reducir la inflamación.
- Ácidos grasos omega-3: Pescados grasos como el salmón, la caballa y el arenque son ricos en ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias. También puedes encontrar omega-3 en semillas de lino, chía y nueces.
- Grasas saludables: Aceite de oliva virgen extra, aguacates y frutos secos son fuentes de grasas monoinsaturadas que ayudan a reducir la inflamación y promover la salud cardiovascular.
- Alimentos ricos en fibra: Los alimentos integrales como la avena, la cebada, el arroz integral, las legumbres y las frutas y verduras son ricos en fibra. Esto puede ayudar a reducir la inflamación y mantener un sistema digestivo saludable.
- Especias y hierbas: Cúrcuma, jengibre, canela, ajo y cebolla son ejemplos de alimentos con propiedades antiinflamatorias. Incorporar estas especias y hierbas en tus comidas puede ayudar a reducir la inflamación.
- Limitar alimentos inflamatorios: Alimentos procesados, ricos en azúcares añadidos, grasas trans y grasas saturadas pueden promover la inflamación en el cuerpo. Reducir el consumo de estos alimentos puede ayudar a controlar la inflamación.
- Hidratación: Beber suficiente agua es importante para mantener un equilibrio saludable en el cuerpo y puede ayudar a reducir la inflamación.
Es importante recordar que la alimentación antiinflamatoria no es una solución única para todos y puede ser beneficioso trabajar con un profesional de la salud, como un nutricionista, para desarrollar un plan dietético personalizado que se adapte a tus necesidades y objetivos de salud.
Nuestros centros en Umbrete, en pleno Aljarafe y a 15 km de Sevilla disponen de una nutricionista especializada en dietas antinflamatorias. Además contamos con el apoyo de un equipo multidisciplinar con el que trabajamos en coordinación para cualquier tratamiento o duda que podamos necesitar.