Hasta hace poco la creencia habitual acerca del mejor tratamiento para la artritis era el reposo. Hoy en día, los expertos abogan por ejercicios controlados para favorecer la circulación y aliviar las inflamaciones.
¿Qué es la artritis reumatoide?
La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad crónica que lleva a la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes. También puede afectar otros órganos.
No se conoce la causa de la AR. Se trata de una enfermedad autoinmunitaria; esto quiere decir que el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al tejido sano.
Características de la artritis reumatoide
¿La artritis reumatoide solo lo tiene la gente mayor? Este es uno de los conceptos erróneos que se tienen de esta enfermedad, que cada día afecta a más personas.
- Tiene mayor prevalencia en MUJERES que en hombres.
- Aparece con más frecuencia entre los 40 y los 60 años, aunque también puede hacerlo en la infancia o adolescencia.
- Imposibilita al paciente una vida normal debido a las restricciones de movilidad que generan las inflamaciones en las articulaciones y por el dolor que ocasionan.
- Estos procesos inflamatorios aparecen en forma de brotes. A medida que los tejidos que recubren las articulaciones se inflaman y engrosan, se acumula líquido y las articulaciones se van deformando y deteriorando, dificultando aún más los movimientos.
El tratamiento de la artritis reumatoide debe incluir fisioterapia y ejercicio físico
Los tratamientos, siempre coordinados por un médico, constan primeramente de una medicación para controlar los procesos inflamatorios así como tratamientos biológicos realizados en el laboratorio.
Para un tratamiento integral del paciente será necesario la colaboración codo con codo de un equipo multidisciplinar formado por (traumatólogo, enfermero, fisioterapeuta, nutricionista, psicólogo) hacia un objetivo común, el paciente y su bienestar físico, psicológico y social.
Nos vamos a centrar hoy en la importancia del trabajo del FISIOTERAPEUTA y la actividad física para mejorar la enfermedad.
Un tratamiento precoz de fisioterapia retrasará los posibles efectos que provoca esta patología.
El tratamiento de fisioterapia se basa en los siguientes objetivos:
- Prevención de la inflamación y el dolor.
- Corrección de la deformidad aplicando las distintas ortesis o férulas indicadas en cada estadio.
- Pauta de ejercicios que ayuden a mantener o incrementar la movilidad articular, la destreza y la fuerza.
- Educación del paciente a lo relativo a la protección articular y conservación de energía.
- Diseño y realización de adaptaciones. Ejemplo: adaptaciones de utensilios.
Actividad física y artritis reumatoide
La evidencia ha demostrado que la inactividad de las articulaciones genera en el paciente hipotonía muscular y pérdida de rango articular, lo cual, si lo sumamos al dolor (que no desaparece con dicho reposo), nos encontramos con una articulación que se vuelve inservible.
Desde nuestro equipo de fisioterapia en Masvitae hacemos totalmente lo contrario. Siempre con la supervisión de nuestro traumatólogo, diseñamos un programa donde se combinan ejercicios físicos aeróbicos y anaeróbicos que no sean traumáticos para las articulaciones del paciente, pero que al mismo tiempo potencie las mismas.
Cualquier programa de este tipo se realiza en ausencia de dolor y trabajamos en ese rango, con el fin de que a partir de las cuatro semanas el paciente empieza a sentir los primeros beneficios. Un método que usamos mucho son los ejercicios en el agua. Disponemos de las instalaciones del centro Deportivo Supraljarafe y en sus piscinas llevamos a cabo este tipo de terapias pautadas y supervisadas por el fisioterapeuta.
Pero, ¿por qué es bueno el ejercicio físico en la artritis reumatoide?
Los principales objetivos de los ejercicios terapéuticos son:
- Mantener o recuperar la movilidad. El movimiento favorece la circulación, sistema clave para la generación y desaparición de la inflamación, permitiendo que se mueva con más grados de amplitud.
- Aumentar la fuerza y la resistencia musculares.
- Proporcionar acondicionamiento cardiovascular.
- Aumentar la densidad mineral ósea.
- Proporcionar una actividad recreativa y un medio de mejorar la socialización de algunos pacientes.
Si, además, estos movimientos se realizan en un medio acuático como una piscina, disminuimos el efecto de la gravedad sobre esas articulaciones eliminando más estrés mecánico aún.
El grado de afectación del paciente y si se encuentra en fase inflamatoria o no serán claves para que éste opte por realizar una actividad física por su parte o si necesita la asistencia del fisioterapeuta para asistirle en la realización del ejercicio físico elegido.
Ejercicios recomendados para la artritis reumatoide
Es muy importante llevar a cabo una valoración detallada del paciente antes de comenzar con el tratamiento de fisioterapia. Una vez estudiado el caso, el fisioterapeuta elaborará para el paciente una tabla de actividades personalizada: tipo de actividad, resistencia, duración, frecuencia. Fijar objetivos claros y sencillos es clave para tener éxito.
Estos son los tipos de ejercicio físico que un paciente con artritis reumatoide puede realizar con ayuda de un fisioterapeuta:
- Ejercicios pasivos: aquellos realizados exclusivamente por el terapeuta sin solicitación muscular por parte del paciente. Trabajan sobre elementos pasivos: ligamentos, cartílago articular…
- Ejercicios activos: existe contracción muscular y sólo actúa el paciente. Trabajan sobre los músculos.
- Ejercicios asistidos: trabajan terapeuta y paciente. Trabajo mixto.
Según la fase en la que se encuentre la enfermedad será el tipo de ejercicios pautados y los objetivos.
Otro beneficio es que con la actividad física se generan endorfinas que además de tener un efecto antinflamatorio, ayuda a aliviar el dolor y generan bienestar, por lo que va a facilitar descansar por la noche, algo muy importante en los pacientes con artritis reumatoide.
Ejemplos de ejercicios para pacientes con artritis reumatoide
Los pacientes con artritis reumatoide (AR) pueden recurrir a varios tipos de ejercicios físicos que, bien ejecutados y en su justa medida, pueden serles útiles en su objetivo de rebajar el dolor y potenciar el movimiento de sus articulaciones:
Ergonomía y corrección postural
En líneas generales el sobreuso y la sobrecarga afectan negativamente a la articulación previamente dañada por la enfermedad.
- Evitar la obesidad, en cuanto que sobrecarga especialmente la columna lumbar y los miembros inferiores.
- Evitar cargar con pesos.
- Evitar marchas innecesarias y prolongadas por terreno irregular.
- Reconocimiento de la postura corporal global, estática y en marcha, y corrección en un espejo.
- En caso de dolor de pies son recomendables plantillas ortopédicas de descarga de las zonas dolorosas.
- Ejercicios de conciencia corporal. El YOGA O TAICHÍ son ejemplos claros de este tipo de ejercicios que ayudan al paciente con artritis reumatoide a adoptar una postura adecuada, mejorar su equilibrio, relajarse… en definitiva, en tomar conciencia de sus articulaciones y de cómo no forzarlas, entre otras cosas, para evitar caídas.
Ejercicios básicos
Son los mínimos fundamentales necesarios para, en cada fase, mantener o recuperar la movilidad funcional de las articulaciones potencial o realmente más afectadas por la artritis reumatoide. Siempre que sea posible se intentará hacer de tres a cinco repeticiones de cada ejercicio, Los ejercicios se deben hacer a diario durante 30 minutos.
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Ejercicios respiratorios
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Ejercicios de flexibilidad
Los estiramientos y los ejercicios de flexibilidad reducen el riesgo de lesión en el paciente con artritis.
- Son ideales para mejorar el grado de movilidad de las articulaciones, la postura y reducir el riesgo de lesionarse.
- El paciente podrá tener un mayor nivel de actividad en su vida diaria.
- Este tipo de ejercicios se pueden realizar hasta 10 veces al día.
- Hacerlos por la noche permitirá al afectado de artritis despertarse con un menor grado de rigidez articular.
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Ejercicios de estiramiento
Antes de cualquier actividad física siempre se recomienda estirar adecuadamente, yen el caso de los pacientes con artritis reumatoide se debe realizar al menos tres veces por semana.
- Los estiramientos ayudan a fortalecer el músculo, lo que se traduce en menos dolor.
- Cada estiramiento debe poder aguantarse al menos 30 segundos, en series de al menos 10 repeticiones, e ir estirando por grupos musculares.
- Se pueden ir introduciendo lo que se conoce como resistencias, que puede ser desde la utilización de mancuernas, pesas o bandas elásticas al uso de máquinas. Un profesional experto puede orientarte sobre cómo utilizar estos elementos correctamente. Y recuerda, nunca fuerces hasta sentir dolor.
Ejercicios de refuerzo muscular
El objetivo de estos ejercicios es incrementar la fuerza de los músculos que soportan las articulaciones afectadas con cargas de peso bajas.
Estos ejercicios musculares solo los realizarán los pacientes que tengan capacidad para hacerlos. Se realizan, solamente una vez al día o a días alternos. Las articulaciones muy inflamadas no deben ser sometidas a sobrecarga ni a movimientos muy repetidos sino intentando movimientos lentos de recorridos articulares completos activos o asistidos.
Ejercicios aeróbicos
Se trata de ejercicios físicos en los que involucramos los grandes grupos musculares en el que ponemos a tono nuestro sistema cardiorrespiratorio y nuestros músculos.
Entre ellos encontramos desde el simple hecho de CAMINAR a buen ritmo o NADAR a MONTAR EN BICIBLETA.
Se autoriza probar la práctica del Tai Chi, yoga sin forzar excesivamente las articulaciones o ejercicios de Pilates y, en general, todos aquellos aeróbicos siempre que sean de bajo impacto
Los ejercicios aeróbicos ayudan al paciente con artritis a mejorar su estado anímico, sentirse mejor, mantener su peso a raya y favorecer el sueño.
Equipo Masvitae