Lesiones más frecuentes en verano

Aunque podemos sufrirlas durante todo el año, estas son las  lesiones más frecuentes en verano:

Fascitis plantar: una de las lesiones más frecuentes en verano

La fascitis plantar presenta dolor y sensación de tirantez en  el arco del pie (fascia) que irradia hacia el talón. El dolor se suele manifestar normalmente al levantarnos  de la cama o de la silla, después de un periodo de descanso y disminuye gradualmente al caminar. Sin embargo, cuando aumentamos la actividad el dolor aumenta y cada vez dura más tiempo.

La forma de pisar y el tipo de calzado es, sin duda, unas de las causas principales para sufrir una fascitis plantar.

¿Por qué aumenta en verano?

• La principal causa es por el abuso de la chancla o sandalia plana, con el que pasamos muchas horas en vacaciones. Las chanclas de dedo nos obligan a realizar un sobresfuerzo muscular y articular para conservar el paso. El pie no está bien sujeto y tendemos a poner los dedos en garra para mantener la estabilidad.

Esguinces

Los esguinces son lesiones en los ligamentos, es decir, la estructuras que se encargan de unir y proteger las articulaciones. se producen cuando  el ligamento se estira demasiado de forma brusca e involuntaria o cuando una articulación se sitúa en una posición antinatural.

¿Por qué aumenta en verano?

• Resbalones por el suelo mojado en la piscina.
• Uso de calzado inadecuado: Las suelas delgadas, planas y sin forma, así como los talones sin sujeción pueden dar lugar a un esguince.
• Caminar o hacer deporte en terrenos irregulares como el campo o la playa.
  

  Tendinitis

  La tendinitis es la inflamación o la irritación de un tendón, que son tejidos fibrosos que unen el músculo al hueso. Se pueden generar en las articulaciones superiores o inferiores y generalmente ocurren por sobre esfuerzos.

  ¿Por qué aumenta en verano?

• En verano estival es habitual que aumentemos nuestra actividad física. Si realizamos más ejercicio o más intenso de lo que estamos acostumbrados, o no realizamos los estiramientos o el reposo necesarios es habitual sufrir una tendinitis. Algunos deportes, como el fútbol, el vóley, el tenis o el pádel pueden ocasionarlas.

Metatarsalgias

La metatarsalgia  se manifiesta con dolor o inflamación del metatarso, situado entre la zona media de la planta del pie y el nacimiento de los dedos. Los síntomas son dolor continuo e intenso justo detrás de los dedos del pie, sensación de quemazón en la zona del antepié y entumecimiento u hormigueo en los dedos del pie. El dolor empeora cuando estás de pie o caminas y mejora cuando descansas. Habitualmente, la metatarsalgia va acompañada de durezas o callosidades en la planta del pie que, en fases más avanzadas, genera los conocidos “clavos plantares”.

¿Por qué aumenta en verano?

Al igual que en la fascitis plantar suelen generarse debido a presiones en el pie al caminar por terrenos irregulares y uso de calzado inadecuado como chancla,  calzado con excesivo tacón, poca suela o con punta demasiado estrecha.

Fracturas o contusiones

Las fracturas o contusiones son más habituales en verano, sobre todo en niños, debido al aumento de tiempo de ocio  como pueden ser los baños y juegos en piscinas y playas ,el uso continuado de las bicis o patinetes y el aumento de la práctica deportiva.

Cervicales

Los  síntomas más comunes del dolor o lesión cervical ( como esguince o latigazo cervical) son tensión muscular en la zona del cuello, rigidez en los movimientos articulares, sobre todo ante giros o rotaciones y flexión, dolor de cabeza y a veces también va a acompañado de nauseas y vértigo.

Y es que el dolor cervical no descansa en verano, ¿por qué?

• Adquirir una mala postura en la hamaca o en la toalla cuando estamos en la piscina o playa.
• El uso continuado del móvil con una mala postura.
• Llevar maletas pesadas.
• Cargar con mochilas cuando haces actividades de senderismo o Trek King
• El cambio de cama o de almohada.
• Zambullirse en el  agua de manera brusca.
• Frenazos cuando vamos en el coche.
• Los parques de atracciones y las ferias. Los cambios bruscos de velocidad pueden provocar grandes dolores en esta zona del cuerpo.

Dolor de espalda: una de las lesiones frecuentes en verano que no descansa.

El dolor de espalda es otro que no descansa en verano. ¿Por qué a pesar de estar más relajados es muy común esta dolencia durante el verano?

• Durante el resto del año , debido al nivel de estrés que soportamos diariamente no percibimos en muchas ocasiones el dolor de espalda, o lo percibimos cuando ya estamos muy mal. Sin embargo, en verano, nos relajamos y baja el nivel de estrés comenzamos a percibir todas las tensiones, contracturas, y en general, nuestro dolor de espalda.
• El uso del aire acondicionado provoca que la temperatura del músculo baje y se contraiga de forma involuntaria y prolongada, generando las temidas contracturas.
• El uso excesivo de actividad física sin preparación previa puede ocasionar dolor de espalda.
• Cuando hacemos largos viajes y permanecemos durante muchas horas sentados o con movilidad reducida también puede dolernos la espalda.
• Igual ocurre cuando nos dormimos con posturas inadecuadas en tumbonas, arena… También el cambio de cama o almohada al habitual puede generar un descanso insuficiente y alteraciones en  nuestro cuerpo que se manifiestan en dolor de espalda, entre otros.

Rozaduras

La combinación de humedad (sudor, agua del mar o de la piscina) y fricción, sobre todo de la parte interna del muslo, irrita la piel dando lugar a rozaduras. También son comunes las rozaduras en los pies. Zapatillas cerradas, que por la fricción y el sudor producen ampollas y rozaduras en las excursiones.

Para evitar las rozaduras de los muslos  puedes usar crema hidratante anti – irritaciones. Es cierto que en ocasiones no dan resultado y hay que optar por bandas anti-roce diseñadas para evitar rozaduras en los muslos, que se llaman bandelettes y puedes llevarlas debajo de shorts y vestidos.

Calambres musculares

Los calambres son contracciones o espasmos súbitos e involuntarios de uno o más músculos. Se producen por el  sedentarismo, falta de ejercicio, permanecer sentado o de pie durante un largo período.

¿Por qué aumenta en verano?

Porque durante el verano, además de las causas ya  mencionadas se suman el calor y la deshidratación, dos factores de riesgo para que aumente la prevalencia de estos dolores en verano.

Sea cual sea la causa de tu problema, en Masvitae contamos con un equipo multidisciplinar de especialistas para  ayudarte a que tus molestias, dolores y contracturas desaparezcan. Llámanos y pide tu cita ya. ¡¡Te esperamos!!