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21/Dic/2022

Por nuestra consulta de podología pasan a diario pacientes con dolor en los pies o incluso en otro parte del cuerpo que viene ocasionada por una mala pisada. Nos suelen visitar por un dolor que ya habían padecido antes o por una nueva lesión que les impide realizar su entrenamiento normal. En estos casos realizamos un estudio completo de la pisada usando la última tecnología en conceptos biomecánicos mas actualizados para verificar si ese problema viene ocasionado por una mala pisada. Tras este estudio, si vemos que es necesario, el podólogo le pauta un tratamiento ortopodológico o, lo que es lo mismo, plantillas para los pies.

Así son las plantillas para los pies

Las plantillas para los pies que prescribe el podólogo son totalmente personalizadas, no solo a cada paciente, si no a cada pie de la persona. Las plantillas nunca serán idénticas a cada pie, pues cada pie pisa de forma diferente en función de las compensaciones estructurales del cuerpo humano. Una vez que el paciente empieza a usarlas el podólogo le hace una primera revisión al mes para ver si va bien con ellas.

A pesar de que las plantillas son diseñadas con tecnología exclusiva y materiales que permiten la amortiguación, propulsión y ligereza, estas se deben revisar ya que su durabilidad es temporal. Al igual que se desgastan los neumáticos de nuestro coche o bicicleta o las zapatillas de un runner, las plantillas para los pies también se desgastan con el uso y dejan de realizar la funcionalidad que les corresponde. Por ese motivo, el podólogo establece un tiempo aproximado de un año para realizar una valoración de la plantilla y del pie del paciente. Acudir a las revisiones es fundamental hacer un seguimiento de que el tratamiento sigue funcionando bien y no nos va a generar  ninguna lesión o, si por el contrario, es necesario hacer algún cambio.

Hoy queremos dejaros algunos consejos para el cuidado de vuestras plantillas. Así conservarán mejor sus propiedades y te durarán mas tiempo.

Cómo cuidar tus plantillas para los pies

  • LIMPIEZA: Limpia tus zapatillas una vez a la semana con una toallita húmeda o lávalas don un paño. ¡No la metas en la lavadora! Si realizas entrenos en la playa o la montaña donde ha podido entrar arena o suciedad dentro lávalas después de cada uso. Limpia la suciedad ya que ésta acelera su desgaste y perdida de las propiedades de amortiguación, propulsión y estabilización.

 

  • SECADO: Las plantillas deben estar bien secas antes de volverlas a usar. Pero ¡ojo! Evita que le de el sol directo, sobre todo en épocas de mas calor, y tampoco la dejes cerca de fuentes de calor ni las metas en la secadora. El motivo es que el material se podría deformas y perder sus prestaciones.

 

  • METER LA PLANTILLA EN OTRO CALZADO. Al cambiar la plantilla a otro calzado debes tener cuidado de no hacer torsiones, doblarla o arrugarla al meterla. También debes procurar que quede bien puesta y no se estropee ni te pueda generar ampollas u otras lesiones dérmicas.

¿Qué señales me indican que mi plantilla para los pies está desgastada?

Los signos de desgaste más frecuentes se observan en los refuerzos y las coberturas que van a restar comodidad y efectividad biomecánica de la plantilla.

  • COBERTURAS: Mira si tu plantilla tiene alguna zonas más hundida que otra, si tiene grietas o algún agujero. Si tu plantilla es microperforada, observa si hay puntitos más abiertos que otros. Todos estos son signos de desgaste.

 

  • REFUERZOS: Dan estabilidad a la plantilla así que si observas encima de una mesa o superficie lisa que tu plantilla al tocarla por un extremo se balancea durante unos instantes y le cuesta parar de vibrar, se debe sustituir o reponer. Podemos detectar que las zonas de refuerzo ya no ejercen una buena función cuando observamos roturas de la estructura. Además esto puede generarnos lesiones por un mal gesto biomecánico.
  • ESTRUCTURA: Si observas en tu plantilla inestabilidad, grieta, deformación o rotura en áreas de mayor estrés deberás acudir a su renovación. Sin embargo, a veces la apariencia de las plantillas a simple vista es óptima porque las estas grietas o microfracturas no son tan visibles. Y lo más importante una plantilla en mal estado puede provocar lesiones importantes a largo y medio plazo. Por eso es tan importante acudir a tu revisión anual con tu podólogo.

 

En resumen, te aconsejamos que revises tus plantillas a menudo, al igual que revisas los neumáticos de tu coche o tu bicicleta, tus calcetines compresivos, tus camisetas técnicas de última generación, tus zapatillas de entreno y competición o que tu reloj multifunción tenga batería.  Acude a tu podólogo especializado en ortopodología ante cualquier duda o deterioro de tu soporte plantar.  Él te asesorará e indicará las pautas a seguir. Tus pies te lo agradecerán.

 

 

 


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24/Ago/2022

Los hongos en los pies son una infección fúngica provocada generalmente por dermatofitos. Esta condición, también se conoce como micosis en los pies o pie de atleta.

¿Qué es el  pie de atleta?

El pie de atleta,  también conocida como tiña podal o intertrigo interdigital,  es una enfermedad contagiosa causada por una serie de hongos que se llaman dermatofitos y que normalmente aparece en los dedos de los pies. Se da con más frecuencia a partir de la adolescencia, y en épocas de calor  o en lugares con mucha humedad.. Es una enfermedad muy común ya que se encuentra entre las diez dermatosis más habituales en la consulta del dermatólogo.

Por todo esto es muy importante saber reconocer si tengo hongos en los pies para no contagiar y recibir tratamiento antes de que se expandan y se hagan más resistentes, y por tanto, más difícil de eliminar.

¿Cómo sé si tengo hongos en los pies?

El pie de atleta puede provocar desde pequeñas molestias hasta síntomas realmente incómodos. Para identificarlo y saber si tienes pie de atleta, deberás tener en cuenta los siguientes síntomas, aunque no todos aparecen al mismo tiempo:

  • Picazón, sensación de ardor o escozor entre los dedos de los pies o una parte específica de la planta.
  • Inflamación y enrojecimiento que se produce habitualmente entre el cuarto y el quinto dedo del pie. En ocasiones, también se puede expandir hacia los demás dedos, las uñas, los talones u otras partes del cuerpo como las palmas y los dedos de las manos.
  • En casos de hongos graves se producen ampollas que pueden picar y supurar líquido
  • Abultamientos en los pies.
  • Enrojecimiento o callosidades en los talones de los pies.
  • Sequedad y, en los casos más graves, grietas o descamación e incluso sangrado entre los dedos o en los lados del pie.
  • Olor desagradable.
  • Piel en carne viva (tras rascado).
  • Las uñas pueden debilitarse y decolorarse.

 

¿Quién puede padecer el pie de atleta?

Su nombre puede sugerir que se trata de una enfermedad que afecta exclusivamente a los deportistas, pero no es así.  Es una enfermedad que se da con más frecuencia a partir de la adolescencia , pero que se puede manifestar a cualquier edad y en ambos sexos.. Si bien es cierto que  las personas que practican deporte las padecen con más frecuencia porque los hongos que producen esta patología crecen en ambientes cálidos y húmedos como puede ser el calzado y los calcetines de las personas que realizan deporte.

Pies que pueden sufrir hongos en los pies

¿Cómo puedo contraer hongos en los pies?

Como norma general hay que tener en cuenta que los hongos que provocan la micosis o pie de atleta en los pies crecen en ambientes cálidos y húmedos. Aunque las causas de los hongos en los pies o pie de atleta son diversas, normalmente se desarrollan en las siguientes condiciones:

  • El uso frecuente de zapatos o calcetines de nailon  o muy ajustados que no permiten la transpiración del pie de forma adecuada.
  • La práctica de actividades deportivas que implican una humedad prolongada en el pie, como el esquí, la natación o el running.
  • La sudoración excesiva (hiperhidrosis).
  • Una mala higiene del pie.
  • No secar bien los pies tras salir de la ducha o la piscina, o colocarse los calcetines o los zapatos con los pies aún húmedos de forma frecuente.
  • Los ambientes calurosos y húmedos como vestuarios, duchas colectivas, saunas, piscinas.
  • Trabajar en lugares húmedos (mineros, trabajos industriales, forestales, etc).
  • Sufrir alteraciones metabólicas como la diabetes, inmunodeficiencias o problemas circulatorios.
  • El uso crónico de antibióticos y/o corticoides.

Los hongos en los pies o pie de atleta pueden contagiarse porque es una enfermedad infecciosa. Te puedes contagiar tanto a otras partes de tu cuerpo, como a otras personas. Se transmite  fácilmente tanto por contacto directo con la piel infectada como por contacto indirecto a través de  superficies y objetos contaminados, como calzados, toallas y suelos.

Por tanto otros motivos por los que puedes contraer hongos es por contagio. Estas las principales vías de contagio:

  • Andar descalzo en lugares públicos como piscinas, duchas y vestuarios públicos. Es importante proteger los pies en los espacios cálidos y húmedos que entran en contacto con muchos pies al día.
  • Compartir objetos de uso personal, como toallas o calzado, con alguien infectado.

Tipos de hongos en los pies

Los hongos en los pies o pie de atleta pueden presentarse de varias formas:

  • Interdigital: Es el más frecuente. Se manifiesta entre los dedos de los pies, normalmente entre los dedos más pequeños, aunque si no se trata puede extenderse por todo el pie. .Puede causar síntomas como ardor y picazón.
  • Mocasín: también se conoce como dermatofitosis y hongo plantar. Como su nombre indica, se caracteriza por extenderse por toda la planta del pie.

Empieza manifestándose con una pequeña irritación, picazón o sequedad en la planta del pie, A medida que se va desarrollando, la piel empieza a agrietarse y se  produce una descamación. Es importante actuar a tiempo para evitar que se extienda y derive en infecciones secundarias, tanto de otro tipo de hongos, como de bacterias o virus.

  • Vesicular: Es la menos habitual. Comienza con la aparición de pequeñas ampollas o vesículas llenas de liquido, que se presentan normalmente en la planta del pie. Es la afección más molesta de todas y produce dolor y picazón.

Es la afección menos habitual del conjunto. Aun así, es importante conocerla porque es también la más molesta de todas, de hecho, produce prurito y dolor localizado.

Revisando si h ay hongos en los pies.

Tratamiento

Cuando hemos detectado algunos de los síntomas anteriores lo ideal sería visitar a tu podólogo para que valore la patología e instaure el tratamiento más adecuado. El tratamiento inicial que solemos recetar, siempre según la valoración del especialista,  son medicamentos antimicóticos tópicos ( en polvos, geles o cremas) como  miconazol, clotrimazol, miconazol o tolnaftato.  A pesar de que estos tratamientos tópicos los podemos encontrar en farmacia sin receta médica, es necesaria la evaluación de un especialista quien te prescribirá el más adecuado para tu caso así como la duración y dosis dependiendo de la gravedad de la infección.  Estos medicamentos puede tardar entre 2 y 4 semanas en hacer efecto, pero si la infección es leve puede funcionar más rápido.

Si este tratamiento no funciona, entonces se puede recetar medicamentos antimicóticos orales, como terbinafina o fluconazol,o bien, combinar un medicamento tópico con uno oral. Igualmente, la duración y dosis dependerá de la gravedad de la infección.

 

Prevención

Una higiene de los pies adecuada es primordial para prevenir la aparición de hongos o eliminarlos. En concreto, resulta conveniente tomar las siguientes precauciones en nuestro día a día:

  • 1. Mantén tus pies limpios

Los pies sudados y sucios aumentan el riesgo de desarrollar hongos en los pies. Por ese motivo, debes lavarlos todos los días con agua y jabón y siempre tras realizar alguna actividad física.

  • 2. Sécalos con mucho cuidado.

Después de lavarte o ducharte, aclárate bien los pies para evitar que queden restos de jabón y sécalos especialmente entre los dedos. Si eres una persona a la que le sudan los pies puedes aplicar antitranspirantes para controlar el sudor y la humedad.

  • 3. Usa calzado ligero y con buena ventilación.

Evita los zapatos de material sintético o muy apretados. Opta por zapatos transpirables o de materiales naturales que permitan respirar a tus pies.  En verano, las sandalias y los zapatos abiertos van a permitir a tus pies respirar mejor. Por otro lado, debes mantener tus zapatos limpios y  desinfectados.

  • 4. Cambia a menudo de zapatos.

Alterna distintos tipos de calzado a lo largo de la semana e, incluso, a lo largo del mismo día: zapatos, deportivas, zapatillas…De este modo, el calzado tendrá tiempo para secarse después de cada uso.

  • 5. Usa calcetines limpios de algodón y cámbialos regularmente

Usa calcetines de tejidos naturales, como el algodón, y cambiarlos siempre que estén húmedos para mantener los pies secos.

  • 6. Protege tus pies en las zonas comunes.

En las piscinas, saunas o duchas públicas, es fundamental usar chanclas o sandalias pues el riesgo de infección es mayor.

  • 7. No compartas toallas ni calzado.

El hongo se contagia fácilmente de una persona a otra.

  • 8. Mantén limpio el baño de tu casa.

Especialmente los platos de ducha o bañeras donde te lavas o duchas.  Cambia las toallas con frecuencia y lávalas con agua caliente.

  • 9. Evita los remedios caseros o la automedicación,  ya que una infección fungicida puede remitir y volver a aparecer si no se cura adecuadamente.

 

  • 10. Acude a tu podólogo cuando detectes los primeros síntomas. no esperes a que las molestias se agraven ya que un tratamiento adecuado a tiempo ayudará a atajar la infección lo antes posible y evitará graves problemas.

 

Como ya te hemos comentado anteriormente, los síntomas de los hongos se confunden fácilmente y se suelen asociar a una piel seca, por lo que se suelen identificar cuando la infección está ya  muy avanzada. Para que esto no ocurra te aconsejamos que revises tus pies constantemente, cuídalos, trata tus cuñas , dedícales tiempo y si sufres cualquiera de los síntomas anteriores, acude a tu podólogo para que te haga un diagnóstico y te ponga el tratamiento adecuado. Si no se curan y eliminan adecuadamente, pueden derivar en más hongos y extenderse a otras partes del cuerpo, además de aumentar la gravedad de los que ya existen o volver a aparecer.

 

Equipo Masvitae


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29/Jun/2022

El verano es una época delicada para los pies. Estas y otras situaciones influyen en la aparición de lesiones.

  • El cambio de tipo de calzado; pasamos de un calzado cerrado a uno abierto, además de prescindir de calcetines o medias que protegen nuestros pies.
  • El aumento de la temperatura va a repercutir directamente en nuestros pies, sobre todo si vamos por asfalto, como consecuencia del recalentamiento que estas superficie va a generar en los pies.
  • Muchas personas aprovechan sus vacaciones estivales o tiempo libre para realizar retos deportivos, rutas largas como el Camino de Santiago, senderismo… Estos retos son muy interesantes pero no están exentos de riesgo de lesión por lo que hay que tener una preparación previa y tomar algunas precauciones.

Por estos y otros motivos es muy importante el cuidado de los pies en verano para evitar que sufran.

Os contamos las lesiones más frecuentes en nuestros pies durante esta época estival así como algunas recomendaciones.

Lesiones más comunes de los pies en verano

  • Rozaduras y ampollas. Son uno de los problemas más frecuentes de los pies.  Se producen por la fricción de la piel desnuda contra el zapato o sandalia. Además del calor intervienen otros factores como que sea un calzado nuevo, una talla inadecuada, un modelo incorrecto para nuestro pie, cualquier alteración biomecánica, pie plano o muy cavo, etc.
  • Hematomas subungueales.  Son la segunda causa más frecuente de lesión dérmica en el pie debido al impacto reiterado de los dedos con la puntera del calzado, ya sea por defecto de talla como por mal acordonado. Los hematomas subungueales suelen ser muy dolorosos y es conveniente acudir al podólogo en las primeras 24 horas de su aparición para evacuar la sangre y evitar la perdida de la uña.
  • Exceso de sudoración. El calor y el tipo de calzado que  se utilice pueden incrementar la sudoración del pie, generando una humedad elevada que puede originar la formación de grietas interdigitales y favorecer el desarrollo de una infección fúngica.
  • Sequedad excesiva de la piel. Las elevadas temperaturas y el hecho de llevar los pies al aire, provocan mayor sequedad en los pies en verano.  Esto se manifiesta sobre todo en los talones, adquiriendo la piel una apariencia blanquecina por falta de hidratación y las células muertas se acumulan formando durezas (hiperqueratosis).
  • Infecciones por hongos: Su aparición se ve favorecida por la humedad y el calor, por este motivo, aparecen más con la llegada del verano;  la mas común es el pie de atleta. Aparece en los dedos y se manifiesta con picor, piel enrojecida, seca, y escamosa, olor y dolor. En ocasiones, también pueden aparecer grietas o ampollas y  también se puede extender a las uñas y causar una onicomicosis. Normalmente se adquiere en piscinas, playas, duchas, gimnasios  y baños públicos, habitaciones de hotel …
  • Verrugas plantares: Es una  infección producida por el papilomavirus. Es más fácil de adquirir en verano en lugares y zonas húmedas como las que hemos señalado en el pie de atleta.

 

Consejos de prevención 

  • Elige  un calzado adecuado, cómodo, de material transpirable, amplio, con buena sujeción y con una suela amortiguadora al mismo tiempo que flexible. Así evitaremos la aparición de rozaduras y ampollas.
  • Para evitar la sequedad del pie en verano hay que duplicar la hidratación. Recomendamos aplicar cremas hidratantes por la noche, después del baño o la ducha, con urea al 20 o 30% .
  • Sécate  muy bien entre los dedos tras la ducha y usa polvos de talco antes de calzarnos. Hay algunos que llevan productos antimicóticos que, además, van a a ayudar a prevenir  la aparición de hongo.
  • Coloca apósitos hidrocoloides en zonas con mayor riesgo de aparición de ampollas.
  • Para evitar el exceso de sudoración podemos usar desodorantes antitranspirantes que controlan el sudor y por tanto la humedad en el pie.
  • Si decides realizar senderismo o rutas largas no estrenes calzado. Utiliza calzado que ya tenga un «rodaje».
  • Si decides correr o caminar por la playa, elige la zona de arena más firme y uniforme (con menor desnivel).

Consejos de tratamiento

  • Ante una rozadura debes desinfectarla y cubrirla con un apósito.
  • Si tienes  una ampolla debes evacuar el liquido con cuidado de que no se infecte y cubrirla con un apósito. No arranques el pellejito, hay que dejar que la piel se desprenda por sí sola.
  • Si te aparecen grietas interdigitales debemos aplicar un antiséptico en ellas para facilitar su cicatrización y evitar la infección,
  • El pie de atleta, un problema típico en verano, es una infección por hongos debida a una sudoración extrema y humedad concentrada en los pies. Se trata con antimicóticos y suele curarse con constancia en el tratamiento.
  • Otra problema frecuente son los contagios del papilomavirus (verrugas plantares) que abundan en zonas húmedas y calientes como las piscinas, gimnasios, saunas, etc. En caso de aparecer se debe acudir al podólogo para su tratamiento.
  • Usa una lima o piedra pómez para eliminar la acumulación de hiperqueratosis o durezas.
Tratamiento de la verruga plantar con técnica Falknor en Masvitae

Ante cualquier lesión en la piel o en las uñas de tus pies, visita al podólogo para valorar la lesión y aplicar el tratamiento correcto.

 

Equipo Masvitae
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