La neuralgia de Arnold, también conocida como neuralgia occipital, es un síndrome doloroso producido por el atrapamiento del nervio de Arnold que emerge de la segunda vértebra cervical. Se caracteriza por un dolor intenso en la base del cráneo y en la parte posterior del cuello, que puede irradiarse hacia la parte superior de la cabeza y los oídos.
¿Por qué se produce la Neuralgia de Arnold?
- Puede surgir de manera espontánea a personas que sufren mucho estrés, ansiedad y tensión emocional. El estrés puede provocar una tensión involuntaria y constante, incluso durmiendo, de los músculos del cuello y de la zona sub- occipital.
- Por traumatismos físicos como un accidente de tráfico.
- Actitudes posturales inadecuadas, como estar mucho tiempo con la cabeza orientada hacia abajo (ordenador, móvil…)
- Otros factores a tener en cuenta: artrosis cervical, artritis cervical, hernias…
- Además, las personas que sufren de migrañas o dolores fuertes de cabeza son más propensas a sufrir la neuralgia de Arnold, aunque no debemos confundirlo.
Síntomas de Neuralgia de Arnold
- Uno de los síntomas principales de la Neuralgia de Arnold son los múltiples y agudos pinchazos que siente el paciente en la base de la cabeza o nuca (occipilates) que puede irradiarse hasta los ojos . El paciente tiene la sensación como si le tirasen del pelo.
- El dolor es frecuente unilateral, es decir que puede afectar solo a un lado de la cabeza.
- El dolor puede ser continuo o intermitente y puede producirse en alguna posición concreta de la cabeza.
- Restricciones en la movilidad de cabeza y cuello.
- Otros síntomas son: aturdimiento, inestabilidad o incluso náuseas.
- Dolor o sensibilidad en el cuero cabelludo.
- Sensación de presión en el ojo.
- Irritabilidad a la luz
¿Cuánto puede durar la cefalea por Neuralgia de Arnold?
Si no hay un tratamiento médico o de fisioterapia adecuado, el dolor será intermitente durante días o incluso semanas. Esto puede ocurrir por confundir la neuralgia de Arnold con otras patologías como la migraña o la cefalea, algo muy común. Por ello, siempre aconsejamos un cuadro como el que describimos arriba, te pongas en manos de un fisioterapeuta o un médico.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia en el tratamiento de la Neuralgia de Arnold?
La fisioterapia puede ser una opción de tratamiento efectivo para esta afección, y existen varias opciones de tratamiento que pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Entre los tratamientos fisioterapéuticos que se pueden emplear destacamos:
Ejercicios de estiramiento: Los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a aliviar la tensión muscular en el cuello y los hombros, lo que puede reducir el dolor asociado con la neuralgia de Arnold. Un fisioterapeuta puede recomendar ejercicios para el cuello y los hombros específicos que se adapten a las necesidades individuales del paciente.
Terapia manual de fisioterapia y osteopatía: La terapia manual, como la manipulación osteopática o la terapia de tejidos blandos, puede ser eficaz para aliviar la tensión muscular en el cuello y los hombros, lo que puede reducir el dolor asociado con la neuralgia de Arnold. Sin embargo, es importante que este tipo de terapia sea realizada por un fisioterapeuta calificado y experimentado
Terapia de calor o frío: La aplicación de calor o frío en el área afectada puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Un fisioterapeuta puede recomendar la mejor opción de tratamiento para el paciente, según sus necesidades individuales.
Electroterapia: La Electrolisis Percutánea Intrasular ecoguiada (EPI), puede ser efectiva para aliviar el dolor asociado con la neuralgia de Arnold.
Educación sobre postura y ergonomía: Un fisioterapeuta puede ayudar al paciente a identificar y corregir cualquier problema de postura o ergonomía que pueda estar contribuyendo al dolor asociado con la neuralgia de Arnold. La educación sobre la postura y la ergonomía también puede ayudar a prevenir futuras recaídas de la afección.
Consejos para prevenir la neuralgia occipital
- Es importante prestar atención a las posturas inadecuadas, como pasar largos periodos de tiempo con la cabeza orientada hacia arriba durante el uso del ordenador. Este hecho provoca una compresión del nervio y acortamientos de los músculos suboccipitales y de la nuca.
- ¡Cuidado con el estrés! Favorece la aparición de hombros ascendidos provocando la presencia de puntos gatillos y contracturas en la zona.
- No dormir boca abajo.
- No llamar por teléfono manteniendo el mismo con el hombro.
- Realizar estiramientos cervicales diariamente, mejorando de esta forma el tono de la musculatura relacionada con la columna cervical.